jueves, 27 de octubre de 2016

Yiya, el musical, se despide del Teatro Nacional




El mismo equipo de trabajo que diseñó Y un día Nico se fue, presentó  esta comedia musical, donde con algunas licencias se plasma la atrapante crónica de María de las Mercedes Bernardina Bolla Aponte de Murano, alias Yiya, que en 1979 fue centro de las noticias, al matar a sus tres mejores amigas en una invitación a tomar el té envenenado.

El renombrado director de musicales Ricky Pashkus, con dramaturgia de Osvaldo Bazán y la música de Ale Sergi(Miranda), llevan dicho relato sobre las tablas. Ya en 1996, Gonzalo Demaría y Damián Dreizik habían hecho un montaje sobre el mismo tema titulado Nenucha, la envenenadora de Monserrat. Y desde 2014 la directora Mariela Bonilla presenta Yiya, un té musical en numerosos espacios culturales.

Bazán presenta el relato como una revista clásica argentina (género teatral al que la asesina era fan) con dispares cuadros musicales y acertados humor negro de principio a fin. Quizá sólo represente una parte real de la historia de la protagonista, pero no es fácil recrear un hecho tan oscuro si no desde la comicidad y el absurdo.El papel principal está en manos de la virtuosa, Karina K, artista que eclipsa al resto del equipo. Con grandes cualidades en lo actoral y vocal sobresale sin duda y es definitivamente el centro del show. La secundan Virginia Kaufmann, Iride Mockert y Tiki Lovera, corporizando a sus amigas, quienes bailan, canta e interpretan correctamente. De hecho, los roles femeninos son increíbles frente a la precariedad de los masculinos, donde se evidencia la fragilidad de la puesta.

Mínima escenografia, gran escalera de revista que se ilumina en colores, frente a un reducido living que, de forma mecánica, aparece y desaparece según el momento. También se cuenta con una pequeña cocina móvil donde se elaboran los platos mortales de la dueña de casa, mortales bombas de crema. Se complementa la producción con un correcto vestuario, maquillaje y peinados que eluden la década de 1970. La música de Ale Sergi tiene momentos de lucimiento, aunque las canciones no son pegadizas, ni profundas ni representativas del género. Es claro que se aprecian mayormente gracias al verdadero talento del coreógrafo, Alejandro Ibarra.

En conclusión, Yiya, el musical, brilla gracias a la actriz principal que da vida a tan siniestro personaje policial argentino, un trabajo excepcional para entretener en tono de comedia con inconfundible sello argentino. Y solo quedan 4 funciones para cerrar la temporada, así que si quieren descubrirla cuentan con poco tiempo.

Funciones:
Jueves y domingos 20.30 hs.
Viernes y sábados 22.15 hs.
Teatro El Nacional
(Av. Corrientes 960 C.A.B.A)

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