La obra dirigida por Carolina Barbosa, sorprende en una puesta colorida
Una comedia romántica que narra lo complejo de vivir en pareja en un reducido lugar.
El factor más atractivo de la puesta en escena está dado por el espacio tan reducido que da título a la obra. Una correcta dirección de Barbosa, una inteligente puesta con ambiente cinematográfico con una peculiar escenografia muy colorida y móvil diseñada por Eduardo Zwolinsky. Buena música en vivo de Gastón Meloni en guitarra y voz que enmarca las escenas. Con sutil iluminación y simple e informal vestuario. La obra no pierde nunca ritmo y se resuelve muy bien, pasando por momentos de emoción, comicidad y misterio.
El grupo actoral está muy correcto, formado por Barbosa como Carla, la joven novia extrovertida que sufre la inesperada visita; Luciano Correa como Martín, el joven inmaduro, fallido y desconfiado, dependiente de la mirada de mamá y Patricia Zacarías como Olga, la suegra que presenta los momentos disparatados y elevados en comicidad. Una relación se vuelve tóxica en un desgaste de convivencia que se convierte en un asfixiante territorio más cuando es invadido por la madre del novio. He aquí un particular triángulo de personajes, una pieza que juega en el terreno del amor en nuestra época y lugar.
Estrenó el jueves 8 de septiembre a las 21 hs en NUN #Teatro-Bar (Juan Ramírez de Velasco 419), y las funciones se repiten cada jueves en el barrio de Almagro.CABA.
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