El nuevo espectáculo de Gabriel Gavila no pasa
desapercibido
Chicos Malos, resulta
ser una acertada y provocadora puesta, el audaz director y autor presenta en el
barrio de Belgrano la segunda parte de la trilogía: “Chicos Lindos”; “Chicos
Malos”; y “Chicos Feos”. El show desde su inicio rompe la cuarta pared y son
los propios artistas, todos masculinos, quienes ubican al auditorio en una sala
encantadora que antiguamente era una fábrica de soda.
El elenco está
formado por ochos jóvenes de cuerpos bien tornados con diminuto vestuario. Gerónimo
Campese, Lucas De Stasio, Matías Rodríguez, Axel Hahn, Juan Felipe Pelaez,
Javier Roldán, Emmanuel Martínez y Rodolfo García Werner.
La pieza simula ser
un ensayo para un gran show que no verá la luz debido a la constante critica de
uno de sus protagonistas que desentona en ideales y anhelos con sus restantes
compañeros de trabajo. Asi cada uno de los chicos expondrá su posición,
replanteos y verdades en un clima de revolución entre la seducción y simulados
cuadros sexuales. Posiciones encontradas se expondrán durante toda la noche,
vistosos cuadros musicales, grandes momentos de comicidad, alto esnobismo e
ironía pura.
Con buena dirección
Gavila brinda espacio a cada actor para destacarse, cada personaje tiene un
discurso relevante y sólida presencia durante el show. Axel Hahn juega el papel
de chico tierno e intelectual del grupo, natural, grandes cualidades en
interpretación y canto deja marca sobre el escenario. Gerónimo Campese es el
fuerte del equipo, simpático y rebelde crea distintas situaciones con soltura. Matías
Rodriguez es el cómplice de la jugada, el de empatía directa con el público,
acertada interpretación sin fallas.
Lucas De Stasio, de
naturaleza hedonista y derrocha simpatía, detrás de esa quizá superficialidad
esconde grandes cualidades interpretativas. Emmanuel Martínez es difícil que
pase desapercibido, no solo por su altura sino por aportar los momentos más
disparatados e insólitos remates en el texto. Juan Felipe Pelaez, la juega como
el tímido del grupo y cargada ingenuidad.
Rodolfo García
Werner, virtuoso, se destaca por sus cambios de actitud de ángel a diablo en un
segundo, alta expresividad, demostrando cualidades para el drama y la comedia. Javier
Roldan destaca por su dramatismo, es obvio que, apuesta a demostrar su talento
interpretativo, dejando a segundo plano lo de un cuerpo bonito.
Así se presentan los chicos malos. Que de
malos solos tienen el título, cada uno esconde un sinfín de emociones que van
desde la rebeldía, sensibilidad, sensualidad, comicidad, pero nada de maldad.
Desde el 5 de agosto, los podés conocer de cerca, todos los viernes a las
21.30hs., en el teatro La Sodería, Vidal 2549, C.A.B.A.
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