La carismática autora y directora Lorena Romanin
acierta en una emocional puesta
“Como si pasara un tren”, es una menuda
obra de solo setenta minutos pero que desde un comienzo impacta en el
espectador. Un sencillo relato cobra valor y dinámica en manos de unos
queribles personajes. La vida de Juan,
un joven con problemas madurativos y su protectora madre se ve revolucionada
con la llegada de su prima Valeria, quien como castigo de su madre debe pasar
un tiempo con ellos, sus familiares del interior. La pieza dio sus primeros
pasos en suelo español en la sala La Trastienda de Madrid en el 2014, cambiando
después al Teatro Lara, con repertorio español y dirigida por la argentina
Adriana Roffi. Alcanzo elogiadas críticas y una temporada que se mantuvo
durante el resto del año, convirtiéndola en un gran éxito del teatro
alternativo de madrileño. Pero desde el año pasado se puede disfrutar en el
singular espacio porteño, “El Camarín de las Musas”.
La complicada, asfixiante y secuaz
relación madre e hijo se pone en evidencia frente a la joven, quien sin querer
despierta nuevos anhelos en el muchacho, empuja a la madre a tomar insólitas decisiones
y aventurarse en desafíos postergados en la crianza de un hijo especial. Miedos,
secretos y sueños son presentados de forma natural con un delicado equilibrio
entre la comedia y el drama. Estos empáticos personajes impactan de manera
directa sobre el auditor, muy bien perfilados en la historia, crecen minuto a
minuto y permite que la pieza resulte una experiencia inesperada y paralizante.
La joven escritora con gran
ingenio en dirección permite que el trio actoral se destaque, adicione y acompañe
en forma ajustada cada uno en su rol. La madre dominante, protectora y opresora
en manos de Silvia Villazur, es admirable. La frescura y ternura de Luciana
Grasso como Valeria permite que el personaje de la joven pasional, desafiante y
revolucionaria resulte sumamente natural y el engranaje clave en la trama. Y
para el final he dejado a quien no puedo dejar de destacar su gran composición
e interpretación, Guido Botto Fiora, su difícil personaje de un joven con
problemas motrices y madurativos es exquisito. El teatro off brinda esas
enormes sorpresas, descubrir grandes artistas y joyas narrativas. Esta vez esas
premisas no están ausentes, sino que se enfatizan con esta arriesgada puesta e intérpretes.
El choque generacional de esa
problemática madre y estos ingenuos jóvenes, los miedos compartidos, el amor
sobreprotector y los postergados sueños son los sabrosos condimentos que
ensalzan y conmueven en esta natural dramaturgia, pero veraz y real a la par.
Los breves cuadros musicales son un respiro a los momentos de enorme dramatismo
justo a cuotas de humor que suavizan la tensión plasmada y el ambiente se
renueve. Delicada, cruda, directa y reflexiva conecta de inmediato con el público.
No la dejes pasar, se presentan en varias funciones, viernes 20hs y 22.30 hs.
Sábados 22.30hs y domingo 17hs. “El Camarín de las Musas”, Mario Bravo 960.
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