YIYA, EL MUSICAL –
Mortífera amistad
En clave de comedia,
uno de los casos policiales más controversiales de Argentina
Puesto en escena por el mismo
trío que creó Y un día Nico se fue, la comedia musical representa -con ciertas
licencias- la enigmática crónica de María de las Mercedes Bernardina Bolla
Aponte de Murano, alias Yiya, que en 1979 fue noticia al matar con veneno a sus
tres mejores amigas en una invitación a tomar el té. El célebre director de
comedias musicales Ricky Pashkus, con el texto de Osvaldo Bazán y la música de
Ale Sergi (Miranda), le da otra vuelta de tuerca a la polémica historia. Ya en
1996, Gonzalo Demaría y Damián Dreizik habían hecho un montaje sobre el mismo
tema titulado Nenucha, la envenenadora de Monserrat. Y desde 2014 la directora
Mariela Bonilla presenta Yiya, un té musical en distintos escenarios.
Bazán la escribió en forma de
revista clásica argentina -género al que la asesina es muy afecta- con vistosos
cuadros musicales y desopilante humor negro de principio a fin. Quizá sólo
represente una parte de la personalidad de la protagonista, pero no es fácil
recrear un hecho tan dramático si no desde el humor y de forma grotesca. Su
personaje principal lo encarna la talentosísima Karina K, artista que eclipsa
al resto del equipo. Su gran composición actoral y vocal sobresale en todo
momento y es definitivamente el centro de la comedia. La secundan Virginia
Kaufmann, Iride Mockert y Tiki Lovera, corporizando a sus amigas, quienes
bailan, canta e interpretan convincentemente. De hecho, los roles femeninos
están mejor representados que los masculinos, donde se evidencia cierta
debilidad.
La escenografia es mínima, una
clásica escalera de revista que se ilumina de distintos colores, junto a un
pequeño living que, de forma mecánica, aparece y desaparece según el cuadro.
Por supuesto, también hay una menuda cocina móvil donde se preparan las
mortales bombas de crema. Muy bien realizados, el vestuario, maquillaje y
peinados representan la década de 1970. La música de Ale Sergi tiene momentos
de lucimiento, aunque las canciones no son pegadizas, ni profundas ni
representativas del género. Es claro que se disfrutan mayormente gracias al
ingenio del coreógrafo Alejandro Ibarra.
En resumen, Yiya, el musical,
brilla gracias a su personaje principal, que permanece durante casi toda la
función en escena, realizando un trabajo excepcional para entretener en tono de
comedia con inconfundible sello argentino.
Jueves a domingos
Teatro El Nacional
Av. Corrientes 968 – Cap.
(011) 4326-4218
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